Los adultos
somos las personas de referencia más importantes para el niño, sobre todo
durante sus primeros años. En nosotros se fijan, de nosotros aprenden, y
reflejan cómo un espejo todo aquello que les enseñamos, aunque no siempre
seamos conscientes de ello. Nuestras actitudes, emociones, sentimientos,
valores, lenguaje y comportamientos se van afianzando en ellos, primero
imitándonos a través del juego simbólico. Poco a poco ponen a prueba todo lo
aprendido en situaciones reales de su vida cotidiana en interacción con sus
iguales y el resto de personas que les rodean, interiorizando cómo propios esos
aprendizajes.
Hace algún
tiempo vi éste vídeo que refleja claramente la capacidad de imitación de los
pequeños y la importancia del modelo que les ofrecemos, que en ocasiones no
siempre resulta ser el más adecuado. Cómo una imagen vale más que mil palabras,
aquí os lo dejo para que lo veáis y cada uno saque sus propias conclusiones.
Por supuesto
esta capacidad de imitación no se reduce en las aulas, y como maestros que
somos debemos aprovechar nuestra armas y captar todo el potencial de la
capacidad de imitación de los niños en su propio beneficio.
Es
importante como ya sabemos, planificar cada una de las tareas y programarlas
para hacerlas lo más eficientes posibles. Esto implica que si lo que
pretendemos es que el niño aprenda nociones de imitación voluntaria, realización
de tareas en espejo o queremos potenciar su lateralidad, debemos hacerlo de la
forma más divertida para ellos y más educativa para nosotros, como en todo lo
que tenga que ver con niños, que aprendan divirtiéndose, y esto será realmente
efectivo
Las actividades planteadas para el día de hoy en el aula, engloban una
ejecución sencilla, cuyo fin para los niños y las niñas de la etapa es la
imitación, la coordinación motriz. Nosotros como maestros debemos orientarnos
en la observación, buscar errores y saber corregirlos en caso de que algún
alumno o alumna presente cualquier tipo de dificultad.
A
continuación se describen las actividades, acompañadas de observaciones
complementarias requeridas para su comprensión, así como los objetivos que se
pretenden en cada una, partiendo del objetivo
principal el cual se centra en la
imitación.
En la
primera actividad vamos a trabajar la imitación de movimientos
Empezamos
trabajando la diferencia entre imitar en espejo e imitar de forma exacta. La imitación
en espejo conlleva que el que maneja la situación en ese momento se ponga en
frente de los alumnos o compañeros que le vayan a imitar, y estos deben mover
la parte contraria del cuerpo. Es decir, si el "director" en ese
momento mueve el brazo derecho, el alumno o los alumnos que estén enfrente deberán
mover el brazo izquierdo.
Por otro
lado, si lo que queremos es imitar de manera exacta, lo que haremos será que
cuando el "director" mueva su brazo derecho nosotros moveremos
nuestro barco derecho.
La actividad para poder aprender estos conceptos la realizamos en un círculo.
El profesor se puso en medio del círculo y fue haciéndonos diferentes gestos
que según sus indicaciones nosotros teníamos que imitar en espejo o de manera
exacta.
En la segunda actividad vamos a trabajar la disonancia cognoscitiva
En cuanto al término “disonancia cognoscitiva”, Festinger plantea que
“la disonancia implica falta de compatibilidad o de proporción entre la manera
de sentir, de pensar y/o de actuar de una persona”. (Festinger, L., 1957).
Plantea la tensión que percibe una persona al mantener un comportamiento que
está en conflicto con sus actitudes.
En este caso la actividad planteada la vamos a
llevar a cabo realizando esta disonancia a la hora de decir sí o no. en España,
expresar un “sí” conlleva utilizar la voz, o mover la cabeza de arriba abajo, o
ambas a la vez, mientras que, para negar, también se usa la voz pero se gira la
cabeza de un lado hacia otro. En la tradición Búlgara, es todo lo contrario,
decir “sí” conlleva el movimiento de lado a lado de la cabeza y decir
“no” conlleva mover la cabeza arriba y abajo.
La actividad consiste en responder de uno en uno a las distintas preguntas
que se planteen, siguiendo la tradición búlgara, algo que puede parecer
sencillo, pero que a la hora de su ejecución resulta muy complicado, esto implica
una disonancia cognoscitiva
En la siguiente actividad vamos a jugar a los conductores
Trabajamos por parejas. En cada pareja hay un conductor y un pasajero, el
conductor tiene que dirigir al otro, con movimientos hacia los lados, delante y
detrás. El conductor debe guiar a su compañero con sus movimientos corporales,
en ningún caso se pueden dar indicaciones vocales. Cuando se ha finalizado se
cambian los roles, el conductor pasa a ser pasajero y viceversa. La actividad
la realizamos primero con los ojos abiertos y después el pasajero debía cerrar
los ojos.
Esta actividad la complementamos con el llamado "efecto volante",
esto quiere decir que las dos personas estiren los brazos y se cojan por los
hombros, al flexionar ligeramente los brazos se genera una especie de volante
con lo que es mucho más sencillo dirigir al compañero. La explicacion completa del "efecto volate" la podemos ver aqui.
Finalidad
Finalidad
Esta clase
estaba pensada para practicar e integrar como debemos enseñarles a los más
pequeños cuando queremos realizar con ellos cualquier movimiento corporal con
cualquier segmento del cuerpo, pero sobre todo para vivenciar su complejidad a
la hora de realizarlo y tener capacidad para corregirle de forma adecuada y
correcta a alguien que está comenzando a conocer su cuerpo y a manejarlo, como
son los niños y niñas en la etapa de infantil. Y en la segunda parte la
finalidad era descubrir lo importante que es anticipar las acciones a los niños
y personas que se esté enseñando o “manejando”, para llevar a cabo el
aprendizaje de forma eficaz, con gran seguridad.
***Festinger, L. (1957). A theory of cognitive dissonance. Stanford, CA: Stanford University